Incesante arrullo de tortura.
Hermosa canción sonando en aquella estación vieja y
olvidada.
Soñándote en un mueble estuve, estoy… y estaré.
Viendo tú sonrisa en aquella luz de luna.
Tú mirada en aquel sol gris, lleno de ahogo.
Conmovida brisa, arrebatado olor a champan.
Las cortinas han descendido como una ola en el mar abierto. Una última hoja ha caído de aquel árbol... tú árbol favorito.
Tú mueble vacío cada día.
Cada noche un desierto en lo que solía ser tú habitación.
Y el libro que te regale que no lograste terminar de leer.
Siempre leyendo el capítulo donde quedaste.
Llamado: “Prevalecer a quien amé”.
Por: Jhessika Betancourt.