martes, 16 de enero de 2018

Admiración.


     Azucena azul, revierteme en tus otros colores, no marchitez nunca que te quiero ahí, en el fondo de mi vida, pero por favor; ahora, déjame sola que quiero llorar.
                                    No ha de retroceder esta penumbra asqueada en mi olfato, que mis pulmones no se llenen de partículas toxicas, deja que salga, deja que grite, deja que sea inútil al mundo
Que no sirva de nada, que no sirva de amor a las siete de la noche
                      Que no sirva sino para mirar y dejarle pasar

                     Dejale romper los nudos hechos con las punzadas agujas, que se agudizan en la esperanza de la mediocridad, de los ojos que no voltean más, del color negro que no se fija más, de lo rosado que no se une a lo morado

Dejale ser, dejale que reviente
               Explote
Destruya
     Muera
                Esparza
      en todos lados...
Descomposición
Descomposición
Descomposición
                 En mis ojos cayeron , los pedazos podridos, separados
        Sin saber donde pertenece cada cual
                            Ya no es nada, ni nadie.
                     Es sombra de admiración, si camina mientras pasa la guerra , y curvea su rostro, es una sombra de admiración, aún más, si mira su reflejo y aún le ama
                 Reflejo...
                             Reflejo que no está en la oscuridad ni en la claridad.
                                  Admiré, azucena azul;
       tu valiente forma de tocar las estrellas pintadas en una rosa, y aún creer que era el cielo, admiré tu fuerza, porque por un pétalo goteas y por otro ruborizas.


Jhessika Betancourt.

Ilustración de creación propia; llamada: Volando en mi cuarto.

Yo que vivo dentro de mí... me desconozco  Me pierdo entre tantas ambigüedades  Para aquí y para allá, no sé dónde estoy Ni a donde voy...  ...